viernes, 26 de febrero de 2010

Perfil de la anémona de mar

A la vistosa y colorida anémona de mar se le llama así debido a la igualmente llamativa flor terrestre, anémona. Es pariente cercana del coral y de la medusa; las anémonas son pólipos punzantes que pasan la mayor parte del tiempo sujetos a rocas en el fondo del mar o arrecifes de coral esperando a que un pez pase lo suficientemente cerca para que quede atrapado entre sus tentáculos llenos de veneno.

Sus cuerpos se componen de un disco adhesivo pedal o pie, un cuerpo cilíndrico y un grupo de tentáculos que rodean la boca central. Los tentáculos se activan con al menor roce, disparan a la víctima un filamento con forma de arpón e inyectan una neurotoxina paralizante. La desamparada presa es llevada, entonces, por los tentáculos hacia la boca.

Existen más de 1000 especies de anémonas de mar por todo el océano a distintas profundidades, aunque las más grandes y variadas se encuentran en las aguas de las costas tropicales. Estas anémonas presentan un amplio espectro de colores y pueden llegar a medir desde media pulgada (1,25 cm) hasta 6 pies (1,8 metros).

Algunas anémonas, como sus primos los corales, establecen relaciones simbióticas con el alga verde. A cambio de brindarle al alga refugio y exposición a la luz solar, la anémona recibe oxígeno y azúcar, los cuales son productos residuales de la fotosíntesis del alga.

Las anémonas establecen otra relación simbiótica más famosa con los peces payaso, los cuales se protegen con una capa de mucosidad que los hace inmunes al veneno de ellas. Los peces payaso viven dentro de los tentáculos de la anémona y reciben protección de los predadores, y por su parte, las anémonas pueden alimentarse con los restos de las comidas de estos peces.

martes, 16 de febrero de 2010

La inteligencia social del chimpancé: egoísmo, altruismo y el vínculo madre-hijo

Satoshi Hirata

Resumen

Con el propósito de comprender mejor la mente humana desde una perspectiva evolutiva, se han realizado numerosas investigaciones en torno al chimpancé, el pariente vivo más cercano al hombre; para ello se han considerado varios enfoques entre los que se incluye la inteligencia social. En este artículo se hace una revisión de las publicaciones recientes relacionadas a varios aspectos de la inteligencia social, tales como el engaño, el entendimiento de percepción y de intención, el aprendizaje social, el intercambio, la cooperación y la consideración hacia otros.
Muchos estudios han demostrado que los chimpancés son capaces de utilizar su inteligencia social con motivos egoístas para beneficiarse de sus interacciones con otros individuos. En contraste, no está del todo claro si los chimpancés participan en un comportamiento prosocial que beneficie a otros; sin embargo, las interacciones madre-hijo entre los chimpancés indican la posibilidad de tales comportamientos. Se sugiere que los chimpancés posean rasgos rudimentarios de competencia mental humana no sólo en términos de teoría de la mente en un sentido más amplio, sino también en términos de comportamiento prosocial que incluya consideración hacia otros individuos. Las interacciones madre-hijo parecen ser particularmente importantes para entender la manifestación de inteligencia social desde una perspectiva evolutiva.

Introducción

Han pasado tres décadas desde que Premack y Woodruff (1978) acuñaron el término “teoría de la mente”. Estudios de psicología del desarrollo de niños se han basado desde entonces en este paradigma para documentar como los niños se entienden entre sí en lo que a creencias, deseos y conocimientos se refiere (ej, Wimmer y Perner 1983; Baron-Cohen et al. 1985). Este nuevo paradigma también sentó las bases para el estudio comparativo de la cognición social en primates no humanos desde una perspectiva evolutiva. Después de la inserción del concepto de “inteligencia maquiavélica” (Byrne y Whiten 1988), los investigadores comenzaron a discutir cada vez más su relación con los primates en función de la teoría de la mente y otros tipos de cognición social (ej, Whiten y Byrne 1997).
Call y Tomasello (2008) elaboraron una compilación de publicaciones sobre el entendimiento que tienen los chimpancés acerca de la mente de otros individuos. Así, concluyeron que los chimpancés entienden a otros en términos de una psicología de percepción/meta pero no en términos de una psicología humana completa de creencias y deseos. Es decir, en un sentido bastante amplio hay una teoría de la mente en los chimpancés, pero aún no una más rigurosamente definida que requiera el entendimiento de creencias falsas. Por lo tanto, aunque los chimpancés carezcan de ciertos rasgos humanos, los humanos no poseen una inteligencia social totalmente única; más bien, se podría decir que existen en los chimpancés algunos rasgos rudimentarios (Call y Tomasello 2008).

La memoria de pájaros almacenadores y no almacenadores de comida en la ubicación espacial y reconocimiento de objetos clave

Resumen:
Dos pares de especies, almacenadoras y no almacenadoras de comida, el carbonero palustre (Parus palustris) por un lado, y el arrendajo (Garrulus glandarius) y la grajilla (Corvus monedula) por el otro, fueron comparadas en un experimento de tareas de memoria asociativa. En la fase I de las pruebas los pájaros debían buscar alimento en uno de cuatro comederos, los cuales se diferenciaron entre sí durante todo el experimento por su ubicación espacial y porque había objetos clave a reconocer. Después de un intervalo de retención, los pájaros debían regresar al mismo comedero para obtener más alimento.
En las pruebas de control la disposición de los comederos no fue modificada, mientras que en la pruebas de disociación, esta disposición fue alterada para separar la ubicación espacial de los comederos y los objetos clave a reconocer.
En las pruebas de control no hubo diferencia entre las especies en cuanto al resultado. En las pruebas de disociación las dos especies almacenadoras se guiaron primero por la ubicación espacial correcta y después por los objetos clave correctos; por su parte, las especies no almacenadoras fueron primero y con igual probabilidad al lugar y objetos clave correctos.
La oclusión monocular se implementó para investigar los dos sistemas visuales. En las pruebas de control la oclusión produjo efecto; en las pruebas de disociación las cuatro especies tendían a regresar al comedero gracias al objeto clave correcto cuando se les cubría el ojo izquierdo y gracias a la posición espacial cuando se les cubría el ojo derecho.
Estos resultados sugieren que (a) los pájaros almacenadores de comida se diferencian de los no almacenadores pues responden preferiblemente a la información espacial y (b) tanto en los almacenadores como en los no almacenadores, cuando se cubre el ojo izquierdo en el sistema visual derecho se observa una tendencia hacia el objeto clave a reconocer, mientras que en el sistema visual izquierdo se observa una tendencia hacia la señal espacial.